Era una tarde de invierno, una de esas en las que hace tanto frío que lo único que te apetece es un chocolate caliente. Iba caminando por el centro de Madrid cuando de repente me quede quieta, sin saber que decir o hacer. Era él. Ahora diez años después me lo encontraba en el último sitio en el que esperaba verle. Me miro y con su picarona sonrisa me dijo:
- Hola Marta, ¿Que tal te va todo?
Yo no sabía que contestarle, después de aquella tarde en la que le dije que me iba a Madrid, a la universidad, porque pensaba que era lo mejor para mi futuro, aunque no para mi corazón, no sabía que decirle. Yo ahora tenía mi vida aquí, con mi novio, pero el con una simple sonrisa me había confundido muchísimo, me había echo recordar nuestras tardes, lo felices que fuimos... Todo, me había echo recordar absolutamente todo. Opte por decir lo primero que se me paso por la cabeza:
+ Mario, no esperaba verte aquí, ¿Cuanto tiempo ha pasado no?
No, pero no era eso lo que le quería decir, quería decirle lo mucho que le había echado de menos, las veces que había querido coger el teléfono y llamarle, y que no lo hice por orgullo, quería decirle lo mal que lo había pasado los primeros meses y las veces que me planteé coger un tren y volverme a Vitoria. Pero no, no se lo dije, aunque tuve la sensación de que el ya lo sabía. Entonces me miro a los ojos y me dijo:
-Te echo de menos.
Intente cambiarle de tema preguntándole porque había venido a Madrid, porque no quería abrir viejas heridas. Pero el insistió y me dijo:
- Joder Marta, dime que no me has echado de menos, dime que has encontrado a alguien que te hace mucho más feliz de lo que te hice yo, dime que ya no soy nada para ti, que ya no te importo. Venga, vamos, dímelo.
Intente contener las lágrimas, pero no pude, porque yo también lo echaba de menos, porque no había encontrado a nadie que me hiciera tan feliz como él.
+ Sabes que no puedo decirte eso - le dije entre lágrimas.
Entonces él me abrazó, me dio un abrazo de esos en los que quieres que el tiempo se congele, un abrazo de esos en los que sientes que no te va a pasar nada, que te sientes completamente protegida y me dijo:
- Prométeme que esto no va a volver a pasar, que esta vez estaremos juntos para siempre.
+ Te lo prometo.